Sofía Romero
En fin de año, los cambios de clima son cosa de todos los días, propicios para los ataques de asma, una enfermedad crónica de las vías respiratorias que se caracteriza por episodios de bronco-espasmo, que se manifiestan con tos, dificultad respiratoria, sensación de opresión del pecho y expectoración de flemas.
Se trata de un padecimiento multifactorial, en el cual influyen estímulos ambientales, ya sea polvo, pólenes, caspa de animales u hongos de la humedad.
Pero también existe una predisposición genética en la persona, por lo que en su diagnóstico debe considerarse si tuvo o no alimentación del seno materno y el medio ambiente en que ha crecido, nos cuenta el doctor Leonel Gerardo del Rivero Hernández, alergólogo-inmunólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Indica que 80% de los casos con asma se presentan antes de los cinco años de edad, cifra que la ubica como la enfermedad crónica más frecuente en la infancia.
El experto médico del IMSS advierte que en esta temporada del año el número de crisis asmáticas se incrementa hasta en 30%, principalmente en la población infantil.
Para alejar esta enfermedad el doctor Del Rivero recomienda fortalecer las medidas de protección, sobre todo no exponerse a los cambios bruscos de temperatura, así como cubrir nariz y boca al salir de un lugar cerrado. VIS
